Primero el counseling, luego me animé a compartir la diabetes
Dedicado a Mirta Cánepa, quien me inspiró a escribir parte de mi
historia.
Mi elección hacia el counseling sistémico se debió a la seducción
que me produjo la observación de las interacciones entre los miembros de un
sistema. La magia de un pequeño cambio en un subsistema (por ejemplo, el que
componen los hermanos en el sistema familiar) y el proceso de cambios que se
inicia con esa mínima aunque no menos importante, intervención, siguen
asombrándome todavía hoy.
Fue así como con dos mujeres que “la vida me puso en el camino”,
Carol Becu y Patricia Berta iniciamos un proyecto de introducción del
counseling en el Hospital Gutiérrez de la Ciudad de Buenos Aires.
Nuestro deseo era que la comunidad contara con “escuchadoras” para
apoyarse en un momento crítico de su vida y encontrar el mejor camino para
superar los obstáculos.
Nuestro trabajo se centró en las salas de espera.
Nuestro trabajo se centró en las salas de espera.
Largas horas de angustia para padres y niños con problemas de
salud que esperaban una consulta médica.
Nosotras
sabíamos, porque así lo sentíamos, que la salud de ese niño/a no dependía solo de
la prescripción médica, iba más allá, su recuperación dependía tanto de su
remedio como del entorno.
El
tratamiento médico debía incluir contención familiar y ayuda a las familias más
desprotegidas socialmente. Así lo sentíamos.
Con todo el apoyo de la dirección del hospital (no así de la
Psicóloga a cargo que no terminaba de comprender con qué teoría trabajábamos) y
luego de un tiempo, nos derivan al Departamento de Nutrición donde eran
atendidos en su mayoría niños con diabetes.
Y “la vida me sigue llevando”…
… la
diabetes tipo uno convive con mi esposo desde su adolescencia y él con su
diabetes desde casi 39 años! Y yo convivo con él y su diabetes hace 30, desde
que se presentó diciendo “hola, soy diabético”. Di el sí y acá estamos, creciendo juntos.
Desde entonces
me informo sobre los cuidados de la diabetes y luego de comprar todas las
revistas de la época y fundir varias jeringas, actualmente estoy frente a este
maravilloso invento de la tecnología, la computadora e internet.
Y ahí estaba yo frente a un montón de chicos con diabetes, sus
padres, los médicos y un dilema: es la diabetes una enfermedad terrible que
termina con todo lo que se pone en su camino o yo puedo mostrarles que tenemos
una vida feliz, con una maravillosa hija y un futuro por delante.
Por supuesto que lo segundo fue nuestra elección y digo “nuestra”
porque sin Carol y Patricia no hubiera podido, ellas fueron mis motores, junto
a otra soñadora, Alicia Sánchez, hoy Licenciada en Psicología, pero ante todo
Counselor (como le gusta a ella definirse)
Las personas y sobre todo mi vínculo de amistad con estas mujeres
han sido de suma importancia en todo lo que hago, no me siento autosuficiente y
en una isla duro dos minutos, y sin ellas no existiría, o sí, pero sería otra
persona.
Retomo. La experiencia en el Hospital y poder mostrar e instalar el
Counseling como una herramienta que se puede recurrir cuando las personas se
sienten abrumadas por una circunstancia o una enfermedad, fue nuestro objetivo
cumplido. Estas Counselors, casi principiantes a pesar de ser ya mujeres
maduras, se dieron el lujo de mostrar que, solo
estando con el otro se producía el cambio. Pocos se enteraron de nuestro
trabajo allí, en las salas de espera, pero las madres que esperaban largas
horas y niños aburridos por la espera, sí. Sé que quedamos en sus corazones
como ellos están en los nuestros. Y también sé que dejamos huellas.
Los años pasaron y nuestros caminos se abrieron aunque nuestras
almas siguen tan juntas como entonces.
Yo me vine a vivir a la ciudad de
Bariloche y Carol, Patricia, Mirta y Alicia siguieron con sus proyectos,
cambiaron de provincia algunas, de ciudad otras, y nos mantenemos en
contacto.
Otra vez a dejar los afectos lejos (ya les contaré algo de los 10
años fuera de Argentina)
Año 2009, mi familia y yo en Bariloche…a empezar de nuevo. Conozco
a la doctora de mi esposo, Rosario Puente Olivera… ¡y si! ¡tenía que ser! ¡Los
mismos planes, las mismas ganas y las mismas ideas que yo traía en mi equipaje!
“El tratamiento de las diabetes no es tan simple como una prescripción médica”
Otra vez
el Universo me ponía en frente a alguien para proyectar, Rosario, médica
diabetóloga y amiga.
Con otro motor (potentísimo), Vanina, paciente con diabetes tipo
1, y Rosario, “fundamos” Diabetes Bariloche, grupo abierto con el fin de
comunicar el buen control de la diabetes y el objetivo de construir una red de
ayuda entre los pacientes.
Para esto nos enfocamos en transmitir dos cosas, una, la educación del buen control que se basa
en conocer los “cinco” pilares del tratamiento: medicación, automonitoreo,
alimentación saludable, y actividad física, y ponerlos en práctica. Y la no
menos importante, la motivación del
paciente al cuidado.
Los
estados emocionales sabemos que son importantes para enfrentar cualquier
situación para cualquier persona. En el caso de una persona o una familia donde
la enfermedad crónica entró en la mayoría de los casos, sin aviso, es de suma
importancia el control de las emociones y los estados de ánimo, porque de ello
depende que el tratamiento se cumpla.
El otro mensaje que sostenemos desde Di-B es que no solo es
necesario transmitir de qué se trata la diabetes al paciente sino a las
personas que más influyen en su vida cotidiana. Intentamos que la familia se involucre y venga a las reuniones.
Y fundamentalmente, desde Diabetes Bariloche sostenemos que el apoyo de pares y de un
grupo de personas profesionales y no profesionales listas a escuchar y estar puede ser un camino de
ayuda para mucha gente. De hecho luego de seis años con Diabetes Bariloche
podemos ver ya resultados muy positivos y si bien al principio nosotros
salíamos a contactar la gente, hoy tenemos la satisfacción de que la gente nos
contacta, nos pide más reuniones y agradece tener un espacio para ellos. Cabe
aclarar que lo que hacemos es abierto a la comunidad y gratuito.
La recompensa
es el agradecimiento de la gente, y yo,
que soy de necesitar motores, una sonrisa después de dar una charla, un abrazo
de una señora que viene hace tiempo, un gracias de un señor que vino por
primera vez, y un dibujo de una niña con diabetes que lo hizo mientras la mamá
escucha la charla para entender un poco más qué les está pasando, bueno, mi
motor está prendido para mucho.
Empecé hablando de mi y finalizo sin darme cuenta hablando de “nosotros”.
Diabetes Bariloche no me pertenece, tampoco a los profesionales que lo
componen, Di-B somos todos, todos los que queramos ser y estar.
Claudia Longo
Equipo Diabetes Bariloche
Y parte de #DiabetesLA
Agradezco a San Luis Diabetes por el empujón a escribir parte de
mi historia
Me emociona leerte Clau! Que afortunada fui de compartir con vos la carrera de counseling. Excelente amiga, compañera de sueños....hoy hechos realidad para las dos. Cada una emprendió su camino.....y seguimos en contacto a pesar de la distancia. Estoy feliz por lo que estas realizando en Diabetes Bariloche. Sos una experta! Excelente profesional y mejor persona!!! Felicitaciones Clor. Claudia Longo!!!! Estoy orgullosa de ser tu amiga! Vamos por mas!!! Te quiero mucho!!!
ResponderEliminarGracias querida amiga.
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