Argentina y mi
dilema de tener ley de diabetes y no tener agua potable
Claudia Longo
Claudia Longo
La
evolución del acceso al tratamiento de enfermedades no transmisibles en la
Argentina, tiene una etapa clave a comienzos de los años 2000, y con respecto a
la diabetes el país cuenta con una ley abarcadora desde 1989 y ampliada en la
cobertura y programas de prevención desde 2013 a través de una modificatoria.
Como
se puede ver en las siguientes menciones hechas por prestigiosos epidemiólogos,
la Argentina se encuentra bien posicionada en cuanto a derechos y programas de
prevención:
“Con
la incorporación de Argentina al proceso de transición epidemiológica, a partir
de los años 2000 se observa una tendencia creciente a la generación de
iniciativas sanitarias enfocadas en la prevención de las enfermedades no
transmisibles. La sanción de la Ley Nacional de Diabetes en 1989 puede
considerarse un antecedente. Los hábitos saludables, la alimentación sana, la
actividad física y la cesación tabáquica ganan terreno dentro de las políticas
nacionales de salud. La creación de programas nacionales orientados a promover
esta transformación cultural coincide con la estrategia de cooperación técnica
entre Argentina y la OPS/OMS, firmada en 2008. (Cooperación Técnica. Resolución
N° 1062/2008. Ministerio de Salud de la Nación / Organización Panamericana de
la Salud.) A través de ella se intenta reducir la morbilidad y mortalidad
causadas por las enfermedades no transmisibles…”
“Entre
las prioridades de la cooperación se encuentra la generación de políticas y
programas para prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles y los
riesgos asociados, con énfasis en hipertensión arterial, diabetes, cáncer de
cuello uterino, tabaquismo, trastornos mentales, violencia y abuso de drogas.
La renovación de la agenda estratégica para 2012-2016 incluye, entre sus
esferas principales, el apoyo al fortalecimiento de la vigilancia, el
monitoreo, la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles y
sus factores de riesgo.”[1]
“La
preocupación normativo-institucional por la prevención y el control sanitario
de la DM, iniciada en Argentina hacia fines de la década de 1980, cobra un
renovado impulso en el contexto epidemiológico reconocido en los años 2000 y se
ve fortalecida por las actuales estrategias de promoción de la salud, que la
incluyen entre sus ejes.”[2]
Para
ver el historial de la Normativa Nacional y Provinciales vigentes en prevención
y control de DM según tipo de norma, visitar el link: http://www.saludinvestiga.org.ar/rasp/articulos/volumen17/39-44.pdf.
Ley
modificatoria de la ley del año 1989: La Ley Nacional 26914
A
fines de noviembre de 2013 se sancionó una nueva Ley de Diabetes, la Ley
Nacional 26914, modificatoria de la 23.573, y reglamentada un año después. La
nueva norma actualiza los términos del artículo 1° de su antecesora e incorpora
tres nuevos artículos orientados a la ampliación al 100% y la renovación
permanente de la cobertura de medicamentos y reactivos de diagnóstico para
autocontrol, considerando los avances farmacológicos y tecnológicos. La nueva normativa también prevé la
implementación de campañas de detección y educación que promuevan una mayor
integración social de los pacientes con diabetes.
A partir de la
reglamentación, se garantiza la provisión de insulinas de distintos tipos según
prescripción médica, bomba de infusión continua de insulina, antidiabéticos
orales, el aparato y tiras reactivas para el autocontrol.
Estas
modificaciones a la cobertura pasan a formar parte del Sistema de Prestaciones
Médicas Obligatorias (PMO), lo que obliga a los prestadores a cumplirlas
indefectiblemente.
Más
de 2,5 millones de argentinos tienen diabetes, según el ministerio de Salud, y
ya es la décima causa de muerte en nuestro país. La modernización de la ley
apunta a un abordaje más integral de la enfermedad. Más allá de la cuestión médica sanitaria, lo que se plantea es una
cobertura social, laboral y educativa de los pacientes con diabetes.
Como
hemos visto en esta introducción, la Argentina tiene desde la década del 80,
leyes y programas nacionales y regionales que protegen a la persona con
diabetes en cuanto a la provisión de insumos y medicamentos como programas
varios de “promoción de la educación y
apoyo al paciente con diabetes y su familia.
“Sin
embargo, la calidad de atención a las personas con DM no parece haber mejorado
sustancialmente y diversas investigaciones avalan esta información”
(Gagliardino et al., 2013)
Los
resultados de investigaciones epidemiológicas realizadas en el país en la
década del 2000 muestran que al igual que en otras partes del mundo la disociación
entre lo que se recomienda, lo que exige la ley, los nuevos programas, y la
atención brindada en el mundo real, es grande y notoria.
En la Argentina,
al igual que en muchas partes del mundo hay una brecha importante entre los
conocimientos científicos sobre la diabetes mellitus (DM), los programas
diseñados en prevención y su aplicación
en la práctica clínica.
“El
control inadecuado de la DM y los factores de riesgo cardiovascular asociados
genera una elevada morbimortalidad y el consecuente aumento de su carga
socioeconómica. El diagnóstico tardío, la "inercia prescriptiva", especialmente
de insulina, y la educación deficiente de integrantes del equipo de salud y
personas con diabetes, son algunos de los factores responsables de dicha
situación. La implementación de un programa de educación diabetológica que
incluya la organización de gabinetes de insulinización, a nivel nacional,
dirigido tanto a prestadores como a personas con DM y sus familiares,
contribuiría a optimizar la prescripción oportuna de insulina y mejorar la
calidad de vida de las personas con DM, a la vez que reduciría la carga
socioeconómica de la enfermedad. Para optimizar los resultados de esta
estrategia educativa, es necesaria la participación de todos los subsectores de
la salud (público, de la seguridad social y privado), de los medios masivos de
comunicación, de las escuelas de ciencias de la salud, y de la industria
farmacéutica.” (Dr. Juan José
Gagliardino, Centro de Endocrinología Experimental y Aplicada (CENEXA, UNLP-CCT
La Plata), Centro Colaborador OPS/OMS para Diabetes, Facultad de Ciencias
Médicas, UNLP, La Plata, Buenos Aires, Argentina)
Sistema de Atención
en la Argentina
En
nuestro país el sistema de salud es
mixto y se compone de tres subsectores: público (38% de la población), de la seguridad social (46%) y privado
o prepago (16%). La Seguridad Social está integrada por las obras sociales,
que incluyen instituciones de naturaleza variada, tales como las provinciales,
las sindicales, las de administración mixta (conducidas por un organismo
integrado por empresas del Estado, beneficiarios y empleadores), y el Programa
Médico Asistencial Integrado o PAMI, destinado a jubilados y pensionados.
Cabe
aclarar que la nueva ley de diabetes (del 2013 y sancionada en el 2014) obliga
a cubrir los insumos al 100 % a todos los sectores.
Costos de la
atención diabetológica en la Argentina
Evidencias
obtenidas en la Argentina demuestran claramente que al igual que en el nivel
internacional, los costos de atención de
las personas con diabetes aumentan en función del desarrollo y la progresión de
sus complicaciones crónicas. También
confirman estas evidencias que la prevención permite optimizar el uso de
recursos humanos y económicos, hecho que cobra mayor relevancia en países en
desarrollo como el nuestro, donde la demanda de atención es mayor que los
presupuestos disponibles. Resultados obtenidos a nivel nacional e
internacional demuestran que la educación de integrantes del equipo de salud y
de las personas con diabetes es la herramienta idónea para cambiar la situación
planteada, nos explica en su excelente y claro artículo “Insulina y control de
la diabetes en la Argentina”, el Dr. Juan J. Gagliardino.
La puesta
en marcha de estos programas (educativos) no requiere una gran inversión económica pero
sí la capacitación de personal para su
implementación eficiente. También requiere una evaluación continua de los
resultados, para introducir ajustes que aseguren su eficacia y
costo-efectividad para la prevención de complicaciones crónicas de la DM.
Lamentablemente, programas educativos de este tipo, probadamente eficaces y
eficientes, suelen discontinuarse por motivos no académicos (Gagliardino et al.,
2013)
La
comunidad, las autoridades y los decisores en Salud, la participación de la
industria farmacéutica, las escuelas de salud pública, las asociaciones de
personas con DM. Cada uno en su lugar de funciones deberían trabajar con un
mismo objetivo: la mejor calidad de vida de las personas con diabetes. El
trabajo mancomunado y a largo plazo sin oportunismos políticos harán que las
políticas públicas basadas en los derechos del ciudadano sean efectivas y
duraderas.
Finalmente,
y ya a modo personal, puedo decir que la Argentina se encuentra en un lugar
privilegiado en el acceso a insumos y tratamiento que por ley tenemos desde el
año 1989 y ampliada el año pasado. Pero ante la evidencia (y no creo que
necesitemos ver los números de incidencia y prevalencia ahora sobre la diabetes
tipo dos) me animo a concluir que el acceso a los insumos es de vital
importancia pero no lo es todo cuando otros factores están ausentes.
La evidencia (epidemiológica) disponible
muestra que los esfuerzos realizados hasta el momento no han sido suficientes
para disminuir efectivamente la carga socioeconómica de la diabetes. Este hecho
es particularmente preocupante en la región de América Latina y el Caribe,
donde la enfermedad es responsable de una alta morbimortalidad y un elevado
costo de atención, con recursos económicos limitados. (Gagliardino et al, 2013)
La
educación y el entorno de la persona (léase familia, médicos, agentes de salud,
educadores, sociedad toda) juegan un papel protagonista a la hora de utilizar
los escasos recursos disponibles. Cómo puede un ciudadano exigir sus derechos
cuando no los conoce, ¿podemos hablarle de bombas de insulina disponibles en la
salud pública?, cuando el que tiene
bomba y es ingresado a un hospital se la
quitan porque no hay un solo profesional de salud que sepa de qué se trata. Y
ni hablar de cómo contar hidratos… No podemos decirle que tiene insulina sin
cargo en la farmacia del hospital cuando le dicen que hay “faltante” o la
prescripción de insulina es tardía porque el médico no se anima a insulinizar
por desconocimiento en la materia y la terapia con insulina llega tarde, y la
persona ya presenta complicaciones.
Aquí y ahora mi dilema, y ustedes perdonarán mi sinceridad
en cuanto a lo que siento …o pienso.
Acceso
a insumos y tratamiento para todos, sí, así debe ser en un país justo y de
derecho.
Sólo
que nuestros países en desarrollo todavía tienen una deuda enorme con sus
pueblos.
Les
debe educación y acceso a los servicios básicos para una vida digna, agua
potable, luz, gas natural, vivienda y alimento, acceso a escuelas y centros de
salud con gente idónea. Turnos accesibles y no colas interminables de madrugada
para volver al mediodía sin cita médica porque “se acabaron” o el doctor está de
congreso y no hay nadie que lo reemplace. La lista es más larga pero no quiero aburrir
al que se tomó el trabajo de llegar hasta acá en su lectura.
Con
respecto a los profesionales de la salud, les deben la capacitación, tanto en el
manejo en la atención primaria de la DM, como en el trato con las personas que
se acercan a su consultorio. Es fundamental que médicos y pacientes reciban
educación en cuanto a la administración de insulina en función del logro terapéutico
y no según el estadío de la enfermedad. Formar equipos interdisciplinarios e
implementarlos. Formar educadores en DM (capacitar enfermeros, voluntarios,
familiares y pares con DM para canalizar parte de la consulta y así optimizar
el tiempo con el médico. La participación de la industria farmacéutica, además
de sus investigaciones en el campo de la salud, facilite la implementación de
programas educativos y de prevención en espacios públicos que permitan
continuidad en el tiempo utilizando otras fuentes de financiamiento.
Fuente foto http://losojosdehipatia.com.es/ |
Sino,
las leyes de “inclusión” seguirán siendo solo para un grupo, para el mismo
grupo que antes podía pagar sus insumos. Y la ley de acceso a los insumos solo
una propaganda del gobierno de turno.
Los invito a leer al colectivo #DiabetesLA sobre el tema de Acceso al cuidado de las diabetes en los países latinoamericanos en el link https://diabetesla.wordpress.com/2015/10/06/diabetesla-habla-del-acceso-al-cuidado-de-diabetes-en-los-paises-latinoamericanos/
Los invito a leer al colectivo #DiabetesLA sobre el tema de Acceso al cuidado de las diabetes en los países latinoamericanos en el link https://diabetesla.wordpress.com/2015/10/06/diabetesla-habla-del-acceso-al-cuidado-de-diabetes-en-los-paises-latinoamericanos/
Claudia
Longo
Co-Coordinadora
de Diabetes Bariloche
Parte
del Colectivo #DiabetesLA
Coincido totalmente con lo expresado en el documento precedente. Contamos con leyes que "garantizan" coberturas, con entidades responsables de la financiación de la cobertura de los medicamentos,dispositivos e insumos necesarios para un efectivo control y manejo de la Diabetes; pero cuando vamos al territorio:
ResponderEliminarLo que debiera fluir por mecanismos y procedimientos y procesos aceitados y controlados desaparece: Las personas con diabetes desconocen cuestiones mínimas respecto de la enfermedad: normas de autocuidado, aplicación de insulina, dieta y conteo de carbohidratos, actividad física; en fin todo lo mínimo necesario para poder acceder a un adecuado tratamiento y buena calidad de vida.
Lamentablemente, esta falta de conocimiento también alcanza a muchos profesionales médicos que están lejos de conocer tanto los productos estandar y menos nuevas insulinas, bombas de infusión y dispositivos para monitoreo continuo.
Si salimos de ámbito privado y de la seguridad social,el panorama es mucho peor, pacientes tratados (cuando hay) con insulinas en frasco y aplicadas con jeringas.
En definitiva todo lo "idílico" que para un lector de leyes y normativas, parece ser el sistema argentino, se rompe en pedazos. Debemos encontrar la manera, buscar sponsors entre los proveedores del sistema? para preparar y difundir via TV y por la web, información básica y sumamente útil para las personas con diabetes y sus familiares. Por último un capítulo especial debe informar los derechos de las personas con diabetes y cómo lograr su cobertura.
HABRA QUE MOVILIZAR A LAS PERSONAS CON DIABETES PARA PELEAR POR SUS DERECHOS A UNA DIGNA CALIDAD DE VIDA
Gracias por tu aporte a esta nota . Sigamos elevando nuestra voz. Saludos. Claudia
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