Claudia Longo – Diabetes Bariloche
#DiabetesLA
¡Ajá! ¿y eso, cómo se logra? Dirá Usted
Y acá viene la respuesta (por lo menos la mía ;) : ¡con todos los recursos posibles de los que disponga! Y los que no tenga le recomiendo que los consiga. Un buen control glucémico no depende de solo tener muchas tiras reactivas al día, ni del mejor médico, ni de la mejor tecnología, ni de toda la familia colaborando en el plan alimentario, ni de un trabajo que le permita tener sus momentos privados para el control, ni de la terapia psicológica o apoyo de pares, ni de la buena información, ni…
Un buen control glucémico depende de todo lo dicho en el
párrafo anterior, junto, aunque sea en
un porcentaje elevado. Sabemos que el
100% sería el ideal y también, como ya sabemos, no existe, y menos en el manejo
de una condición crónica.
Si hemos sido tocados por la diabetes y el fantasma del
abuelo que terminó de forma terrible por “su diabetes”, o leemos en la red todo lo que, indefectiblemente,
nos va a ocurrir por el solo hecho de tener diabetes, pare la pelota, borre de
su sistema de pensamientos todas las catastróficas predicciones a las que
estamos acostumbrados a escuchar y memorizar, y propóngase tener con usted toda
la lista de “ni” anterior.
La diabetes nos exige tener una vida sana y controlada. Los
7 días de la semana, sin vacaciones. ¿Está dispuesto? No le garantizo estar
libre totalmente de algunas pequeñas complicaciones, pero quién lo está a
determinada edad, ¿quién puede decirme que las abuelitas sin diabetes no tuvieran
o tengan algún tema de salud?
Solo le digo que una vida sana y controlada los 7 días de la
semana, sin vacaciones de la diabetes, vale la pena. ¿Suena exigente? Lo es,
pero vale la pena.
Javier tiene diabetes tipo uno desde los 16 años. Hoy Javier
tiene 55, calcule… Cuando nos casamos hervía la jeringa de vidrio, y su control
glucémico era con tiritas en la orina y a ojo. Javier no tiene complicaciones a
pesar de que cuando empezó con la diabetes no existía todo lo que existe hoy,
incluyendo la información. Siempre ha sido muy controlado, y medido con la
alimentación, de buen humor, excelente
compañero y padre. Les confieso que de no ser así no hubiera podido
acompañarlo.
El éxito de evitar las complicaciones en la diabetes tiene
que ver con muchas variables. Pida,
exija lo que le corresponde como paciente, cambie de médico cuando este no
tiene el tiempo y los recursos para atenderlo y/o entenderlo, agradezca a los
que lo acompañan en este camino de cuidados, y comparta lo que sabe para seguir
aprendiendo.
Es exigente lo que le pido, lo sé, pero vale la pena.
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